En relativamente pocos años, el teléfono móvil ha cambiado nuestra forma de comunicarnos y hoy es un aparato casi imprescindible para nosotros. ¿El problema? Que puede generar nomofobia (como también se le llama a la adicción al móvil): miedo irracional a no poder usarlo.
Tabla de contenidos
¿Qué es la adicción al móvil?
Llamamos adicción al móvil a la constante necesidad que tiene alguien de revisar y permanecer siempre conectado a su teléfono.
Aunque todavía no esté oficialmente catalogada como trastorno, sí se le reconocen las principales características y efectos propios de la enfermedad de la adicción, presentes en todas sus variantes:
- Malestar que solo se alivia al recurrir al comportamiento o sustancia que es objeto de la adicción (en este caso, usar el móvil).
- Obsesión con dicho objeto.
- Pérdida de control sobre su uso/consumo.
- Desarrollo de tolerancia (cada vez se requiere un uso o consumo mayor para conseguir un alivio menos duradero).
- Consecuencias físicas, psicológicas y emocionales tanto para la persona adicta como para su entorno.
- Negación del problema y autoengaño.
- Síndrome de abstinencia.
De hecho, incluimos este tipo de relación con el móvil dentro del grupo de las adicciones comportamentales.
Al otro lado de la adicción al móvil está la nomofobia: una angustia y ansiedad intensas que el adicto experimenta cuando no lleva su móvil encima o este no está operativo.
¿Cómo saber si eres adicto al móvil y qué puede provocarlo?
Antes de que aparezca cualquier adicción, siempre hay un problema latente o emociones que no se han sabido gestionar.
El móvil puede ser una forma de evadirse de las preocupaciones. Para algunas personas tímidas, inseguras o con dificultad para gestionar sus emociones; también una manera de relacionarse más cómoda que hacerlo cara a cara.
No es sorprendente que los adolescentes, tan vulnerables en este sentido, sean un grupo especialmente propenso a desarrollar dependencia del móvil; aunque esta se da a cualquier edad.
Puedes saber si sufres de adicción al móvil conociendo sus síntomas más frecuentes.
1. Pierdes la noción del tiempo
Sea por encadenar una partida tras otra de un juego o porque se te va la tarde en las redes sociales sin darte cuenta: muchas veces no eres consciente de la cantidad de horas que pasas enganchado a tu teléfono.
2. Atiendes el móvil constantemente
No puedes pasar mucho tiempo sin revisarlo: lo consultas varias veces a lo largo de tu jornada laboral o escolar, interrumpes conversaciones en persona para responder mensajes, eres incapaz de enfocarte en lo que estás haciendo y vivir el presente porque el móvil te distrae, etc.
3. Te sientes mal cuando no dispones de tu teléfono
Si se te olvida el móvil en casa, vuelves a buscarlo, incluso si en realidad no lo necesitas. En el caso de no poder hacerlo, sientes ansiedad y no podrás relajarte hasta que lo recuperes. También te pones de mal humor o te angustias cuando no tienes cobertura o se te acaba la batería.
4. Te llevas el móvil de una habitación a otra
Siempre necesitas tener tu teléfono muy cerca. Por eso cargas con él incluso dentro de tu propia casa, llevándolo contigo cada vez que cambias de estancia.
5. Usas el móvil en situaciones en las que no deberías hacerlo
Eres consciente de que no está bien; pero no puedes evitar utilizarlo mientras conduces, en el cine, andando por la calle, en lugares donde se prohíbe expresamente su uso, en clase o en el trabajo, etc.
6. Te cuesta relacionarte y comunicarte con los demás en persona
El teléfono móvil inteligente es una herramienta de comunicación muy poderosa. Por eso mismo, una señal evidente de que lo estás usando mal es darte cuenta de que te está aislando de tus familiares y amigos: justo lo contrario para lo que fue concebido.
7. Has creído escuchar el móvil cuando en realidad no sonaba
Si has desarrollado dependencia del móvil, puedes sufrir esta alucinación auditiva. Se debe al estrés que te genera estar continuamente pendiente de él por miedo a perderte una notificación o llamada.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias de la nomofobia o adicción al móvil?
La nomofobia afecta de muchas maneras a la calidad de vida de quienes la sufren. Aunque cada caso concreto tendrá sus propias consecuencias, existen algunas comunes a todos.
Infelicidad y depresión
Los problemas emocionales asociados a la dependencia pueden desembocar en una depresión.
También es frecuente que los adictos al móvil carguen con la culpabilidad de estar dedicando demasiado tiempo a su teléfono, tiempo que en el fondo saben que le roban a sus responsabilidades e incluso a sus seres queridos.
Frustración y poca autoestima
Las redes sociales nos venden cuerpos y estilos de vida ideales. Esta realidad distorsionada puede generar mucha frustración en algunas personas que, a su vez, buscarán la aceptación de los demás alimentando esa mentira idealizada.
Su autoestima pasará a depender de los «me gusta» que consigan con sus publicaciones.
Problemas físicos
Usar el móvil en exceso puede desembocar en tendinitis y síndrome del túnel carpiano, problemas de vista, dolores de cuello, etc.
Además, utilizarlo cuando no se debe puede poner a una persona en peligro: se estima que el móvil es la causa de un 20 % de los accidentes de tráfico, por no hablar de otros percances como caídas y choques.
Problemas en el trabajo o en clase
La incapacidad para concentrarse en sus tareas sin interrumpirlas para mirar el móvil hace que la productividad y la eficiencia en el trabajo del adicto se vean afectadas.
Conflictos familiares
El móvil puede ser tan absorbente para un adicto que este llega a descuidar a su familia y también sus obligaciones domésticas, además de otras responsabilidades. Esto provoca un malestar en quienes lo rodean que es fuente de numerosas discusiones.
Insomnio
El móvil es un enemigo del descanso nocturno por tres motivos:
- La luz de la pantalla inhibe el sueño.
- Una persona que es adicta al móvil suele revisarlo en la cama, retrasando la hora de ponerse a dormir.
- El adicto aprovecha cada vez que se despierta para comprobar si tiene nuevas notificaciones o echar un vistazo a sus redes. Esto puede hacer que se enganche a su teléfono de nuevo y pierda horas que deberían ser de sueño mirándolo.
¿Cómo superar la adicción al móvil?
No cabe duda de que el teléfono móvil es un aparato que nos facilita mucho la vida. También es raro no tener uno hoy en día.
Superar la adicción al móvil no debe pasar por abstenerse por completo de usarlo, sino por aprender a hacerlo de forma responsable, sin perder el control y sin sentir angustia cuando no se tiene cerca.
Dado que los problemas emocionales o psicológicos que han llevado a la dependencia serán diferentes en cada persona, tratar la adicción al móvil empieza por tratar esos problemas concretos de cada paciente. Es decir, que se aplica un tratamiento personalizado.
Además de este tratamiento individual, es importante hacer terapia de grupo que incluya a la familia o pareja de la persona que tiene el problema. Al fin y al cabo, las adicciones afectan no solo al paciente, sino también a su entorno. Todas las personas que rodean al adicto tienen un papel en su recuperación.
Si se pone en manos de profesionales, una adicción al móvil puede superarse en pocas semanas.
Conclusión
En la actualidad es difícil prescindir del teléfono móvil, pero tampoco es necesario hacerlo. Hablamos de una herramienta que cuando se usa bien nos aporta soluciones en el trabajo, en nuestra vida personal, en la comunicación con las personas de nuestro círculo y también de ocio.
El móvil nos sirve para tantas cosas y lo usamos tanto que no es difícil que genere una dependencia con consecuencias desagradables para el dependiente y su círculo.
Afortunadamente, esta dependencia también es relativamente fácil y rápida de superar si se acude a profesionales como los de Craving, nuestro centro en Girona.
¿Sabías que el móvil podía generar adicción? ¿Te identificas con alguno de los hábitos mencionados?