¿Qué es la adicción al sexo?

¿Qué es la adicción al sexo, cuáles son sus síntomas y cómo superarla?

Algo natural, sano y placentero que termina convirtiéndose en una obsesión destructiva. La adicción al sexo conlleva las consecuencias que son características y comunes a cualquier tipo de adicción, pero además se vive con especial culpa y vergüenza. Aun así, la recuperación es posible para el adicto.

¿Qué es la adicción al sexo?


La adicción sexual es un trastorno que lleva a una persona a practicar sexo de manera compulsiva para calmar un malestar emocional.

Estas prácticas sexuales pueden darse en solitario, en pareja o implicar a varias personas a la vez. En cualquier caso, responden más a una necesidad incontrolable y angustiosa que a la búsqueda del placer o la expresión del amor.

No hay ternura en la adicción sexual y ni siquiera satisfacción (al menos no tal y como la experimenta una persona que tiene una relación sana con el sexo).

Un círculo vicioso

Es fácil que los actos sexuales que lleva a cabo el adicto se sucedan en un círculo vicioso: como no se siente bien, practica sexo; como no se queda satisfecho, se le genera un malestar; como no se siente bien, practica sexo… y así sucesivamente.

El sexo pasa a convertirse en una obsesión que ocupa la mayor parte de sus pensamientos y también de su tiempo, ya que constantemente tiene que buscar el medio de satisfacer su impulso.

Esta situación irá a más cuando aparezcan dos fenómenos característicos de toda adicción: el síndrome de abstinencia y la tolerancia.

El primero será el culpable de que el adicto sufra emocional, psicológica y físicamente cuando no pueda llevar a cabo el acto sexual.

La segunda, hará que su alivio tras practicar sexo dure cada vez menos, por lo que deberá recurrir a él aún más a menudo y buscar experiencias más excitantes.

La adicción al sexo se incluye en el grupo de las adicciones comportamentales y afecta tanto a hombres (donjuanismo) como a mujeres (ninfomanía), aunque se da con más frecuencia en ellos.

Síntomas de la adicción al sexo

¿Cómo saber si eres una persona adicta al sexo?


Es evidente que un adicto al sexo lo practica más de lo normal, pero también es muy difícil definir qué es «normal» para referirse a la frecuencia con la que alguien tiene encuentros sexuales o se masturba.

Por eso, hay que sospechar que existe una adicción no tanto cuando el sexo es muy frecuente, sino cuando aleja a una persona de otros intereses y relaciones.

Si no estás seguro de si este es tu caso, hay algunos síntomas que pueden ayudarte a salir de dudas.

Has perdido el control

A todas horas piensas en el sexo y necesitas practicarlo de algún modo, incluso si ya no disfrutas con él. Tal vez hasta te has dado cuenta de que tu forma de vivir la sexualidad te está perjudicando y has intentado resistirte, pero ni siquiera entonces puedes evitar ceder.

Inviertes tanto tiempo en conseguir sexo que has dejado de lado otras actividades y también a tus seres queridos.

Promiscuidad

Tienes muchas relaciones sexuales sin compromiso con personas diferentes, incluso con desconocidos. Es posible que en alguna de estas ocasiones te hayas puesto en riesgo por no usar protección o realizar prácticas peligrosas.

Consumes productos y servicios sexuales en exceso

Desde abusar de la pornografía a acudir a prostíbulos y lugares similares, pasando por llamadas a teléfonos eróticos  o  aplicaciones para conseguir citas.

Tienes una o varias parafilias

Tener un fetiche o excitarse con algo en concreto no significa que necesariamente se sea adicto al sexo, pero se ha comprobado que existe una relación entre la dependencia sexual y estas parafilias. Algunas de ellas pueden dar lugar a comportamientos inapropiados (el exhibicionismo, por ejemplo).

Sientes culpa

Una vez has conseguido satisfacer tu necesidad sexual, te vienes abajo y te sientes avergonzado. La culpabilidad te lleva a mentir acerca de tus verdaderos hábitos sexuales y también a negarte a ti mismo que tienes un problema.

Cambios de humor

Pasas fácilmente de la depresión a la euforia y te enfrentas a ambas emociones recurriendo al sexo. Cuando no logras practicarlo, aparece también la ira.

Otras adicciones

A menudo, las personas adictas al sexo también lo son a alguna droga que utilizan para excitarse. La combinación de estas dos adicciones se conoce como chemsex y puede hacer que una persona se vuelva incapaz de mantener relaciones sexuales con normalidad, sin sustancias de por medio.

¿Cuáles son las causas de la adicción al sexo?


No hay una sola posible causa detrás de una adicción al sexo, sino la combinación de varias. En función de su origen, las clasificamos en tres grupos: ambientales (es decir, tienen que ver con las circunstancias que rodean a una persona), biológicas o psicológicas.

Causas ambientales

  • Haber sido víctima de abusos sexuales u otro trauma sexual.
  • Crecer en una familia desestructurada.
  • No superar una ruptura sentimental.
  • Drogodependencia.
  • Problemas laborales o escolares.

Causas psicológicas

  • Inseguridad y baja autoestima.
  • Padecer trastorno obsesivo-compulsivo.
  • Sufrir trastorno de personalidad narcisista.
  • Depresión y otros problemas mentales.
  • No tolerar bien la frustración y otras emociones negativas.

Causas biológicas

Unos niveles inadecuados de neurotransmisores como la noradrenalina, la serotonina y la dopamina pueden predisponer a una persona a desarrollar adicción al sexo.

¿Qué síntomas tiene un adicto al sexo?


El sexo proporciona placer y bienestar cuando se vive sanamente. Sin embargo, para un adicto es motivo de sufrimiento y angustia, además de una fuente de problemas.

Aislamiento

La adicción al sexo suele vivirse en soledad por varios motivos:

  • Absorbe por completo al enfermo, quien descuida sus relaciones.
  • El adicto siente vergüenza por su conducta y no pide ayuda.
  • La incomprensión y el juicio de los demás, que no entienden que una adicción es una enfermedad. El adicto es visto como un vicioso, no como un enfermo.

Problemas económicos

Peep-shows, prostitutas, líneas eróticas, pornografía, juguetes para adultos…  Es muy común que un adicto al sexo dilapide su sueldo en la búsqueda de experiencias sexuales que satisfagan sus fantasías.

Pérdida de empleo

Sea porque el rendimiento del enfermo se ha visto afectado o porque su adicción le ha llevado a algún comportamiento inadecuado, como acosar a algún compañero.

Problemas conyugales

La pareja de un adicto al sexo debe soportar mucho: mentiras, infidelidades, relaciones sexuales anormales y faltas de ternura, problemas con el dinero, etc. Es comprensible, pues, que muchas relaciones se rompan cuando entra en juego esta enfermedad.

ETS y embarazos no deseados

Su comportamiento desinhibido lleva al adicto a ponerse en situaciones de riesgo cuando practica sexo. Este tipo de conductas pueden tener consecuencias fatales para su salud y su futuro.

¿Cómo superar la adicción al sexo?: tratamiento


Independientemente del tipo que sea, la adicción es una enfermedad y por eso debe ser tratada por personal médico cualificado.

En el caso de los adictos al sexo, la recuperación no pasa por erradicar su práctica por completo, ya que la sexualidad es una dimensión importante en la vida de una persona.

Sí debemos liberar al paciente de su obsesión y enseñarle a manejar todas aquellas emociones que hasta ahora lo han empujado al sexo compulsivo. De este modo, podrá disfrutar sanamente de sus relaciones y llevar una vida normal: ser capaz de mantener un trabajo o pareja, tener sexo responsable, disfrutar de otros intereses, etc.

Para llegar a este punto, es necesario tratar al enfermo con terapia psicoterapéutica y también con fármacos.

La terapia debe ser personalizada y hacer frente a las causas concretas que llevaron a la adicción al enfermo, además de reeducarlo para reconducir sus malas conductas. La aplicaremos tanto individualmente como en grupo y también en pareja si la hubiera, para restaurar la relación que la enfermedad ha deteriorado.

El tratamiento farmacológico, por su parte, nos permite disminuir el impulso y la compulsión en el paciente.

Conclusión

Pese a que lo natural es asociar el sexo al placer, un adicto no goza de sus relaciones sexuales, sean estas del tipo que sean. Para él,  son solo un alivio momentáneo e insuficiente de un malestar que lo ha convertido en un esclavo de sus impulsos.

Hay que entender que nos encontramos ante una enfermedad que debe ser tratada por profesionales.

También es importante identificarla y pedir ayuda, pese a que es difícil que el adicto lo haga por sí mismo: al ser el sexo un tabú (incluso cuando es sano), la sexual es una adicción que genera especial vergüenza y remordimientos en quien la padece, por lo que se sufre en soledad.

¿Estás viviendo este problema de cerca? Contacta con nosotros hoy mismo y recibe ayuda para superarlo.

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